7.10: ideas para una nueva conversación

Por Ethel Barylka (Israel)1

El 7 de octubre descubrimos la fragilidad, la vulnerabilidad, y también el miedo. Como en Bereshit, ese día nos asomamos a la oscuridad sobre el abismo.

El miedo se transformó en duelo, en dolor, en trauma, y por un momento nos paralizó.

Siete meses es mucho tiempo para quien está evacuado de su casa, para quien llora sobre la sepultura de un hijo…  Sin embargo, es poco tiempo para una perspectiva histórica.

Permítanme comenzar honrando la memoria de los caídos y pidiendo por la pronta liberación de los rehenes y la pronta sanación de los heridos, citando un poema del poeta israelí Avraham Halfi:

Al principio lloramos / Avraham Halfi

Al principio lloramos
Después el llanto se congela.
Después se recuerda nada más que una cosa:
la muerte del hijo.

Y no decimos nada.
O hablamos del mal tiempo y de cómo estás.
Y de algo más. Y más de algo más.
Y el oído, de todos modos, no oye
Y callamos

Y nos levantamos de la silla. Y nos sentamos. Y nos levantamos, y nuevamente…

Y sabemos una sola y única cosa: no regresará.

תְּחִלָּה בּוֹכִים /  אברהם חלפי

תְּחִלָּה בּוֹכִים
אַחַר-כָּךְ הַבֶּכִי מִתְאַבֵּן.
אַחַר-כָּךְ זוֹכְרִים דָּבָר אֶחָד וְיָחִיד:
אֶת נְפִילַת הַבֵּן

וְאֵין אוֹמְרִים דָּבָר.
אוֹ מְדַבְּרִים עַל גֶּשֶׁם וְעַל מַה-נִשְׁמָע.
וְעַל מַשֶּהוּ עוֹד. וְעוֹד עַל מַשֶּהוּ.
וְהָאֹזֶּן בֵּין כֹּה לֹא תִּשְמַע.

וְשׁוֹתְקִים.
וְקָמִים מִן הכַּסֵּא. וְיוֹשְבִים. וְקָמִים. וְשׁוּב.
וְיוֹדְעִים דָּבָר אֶחָד וְיָחִיד:
לֹא יָשׁוּב

Muchos dijeron que nada volverá a ser igual después del 7 de octubre, muchos otros habían dicho que no sería posible la escritura después de Auschwitz, y León Felipe nos invitó a romper los violines2.

Esas frases prodigiosas intentan metafóricamente marcar el quiebre, el contraste. Sin embargo, no se trata de magia ni de fenómenos climáticos: nada cambiará sin nuestra intervención. El 7/10 puede ser catalizador de cambio, un hito, pero no lo será automáticamente.

Es verdad que se han producido cambios en comunidades y escuelas. Algunos sin siquiera haberlo pensado… como aquellas escuelas religiosas que comenzaron de manera espontánea a cantar el Hatikva3, otras que incluyeron en sus programas de estudio al estudio del Conflicto Árabe Israelí o a la Hasbará4. Judíos en todo el mundo se han sentido directamente involucrados, y se han acercado a las instituciones comunitarias. Y sobre todo ha surgido una gran cantidad de personas que, de manera espontánea tanto en Israel como en la diáspora, han puesto el hombro y han comenzado a ayudar. Esa energía creativa y solidaria, es la que nos ha dado cierta luz y esperanza. Sin embargo, eso no alcanza.

Pero también ha habido cambios de otro tipo. Más miedo. Más antisemitismo. Más incomodidad en algunos de verse vinculados con el Estado de Israel. Más dudas de cómo hablar ahora acerca de Israel.

Es necesario detenernos. Reflexionar sobre lo que estamos viviendo. Aún si es difícil. Pero podemos empezar por sentar algunas bases para una conversación diferente, que apunte al aprendizaje de la experiencia.

Quisiera, en la medida que lo logre, proponer algunas imágenes acerca de hacia donde debería de encaminarse la conversación educativa judía en el post trauma.

1. Centrarnos en el ser en lugar de en el hacer

Gran parte de nuestra energía cotidiana en el ámbito de la educación y la comunidad judía está puesta en cómo hacer. Muchos de los temas que se tratan en juntas son técnicos, metodológicos. En su mayoría, las capacitaciones que se ofrecen a los educadores son sobre “cómo enseñar”, “cómo planificar” y, sobre todo, “cómo incluir nuevas tecnologías”.

Yo les invito a poner la mirada en asuntos que tienen que ver con la búsqueda del sentido de las acciones. Siguiendo a Frankl5, el sentido es terapéutico y puede ayudarnos a sanar lo que hace falta sanar en la educación, tal vez volver a conectarnos con ser y vivir como judíos.

Dicho de otro modo: dejar de priorizar habilidades, contenidos y excelencia académica (a la cual igual no llegamos ni necesariamente debe ser el objetivo central de la educación judía) para pensar en la vida judía que queremos vivir, en la y el judío que queremos ser. Asunto que nos llevará indefectiblemente a descubrir nuestras fortalezas y nuestras debilidades.

Judío por dentro, hombre por fuera, esa era la consigna de Mendelssohn6. El ser privado y el ser público. Respecto a lo que 200 años después, Alain Finkielkraut7 dijo: “sin que siempre queramos confesárnoslo, nosotros aplicamos el principio inverso: somos judíos por fuera, para el entorno, para el público, para el mundo exterior, aunque por dentro, en la intimidad de nuestra existencia cotidiana, somos unos hombres como los demás, regidos con las mismas modas, víctimas de los mismos entusiasmos y a lo que no diferencia ninguna especificidad cultural”.

Si bien esta postura resulta tal vez exagerada, y la situación del judaísmo ha cambiado desde los ochenta, hay un eco que resuena y al cual debemos prestarle atención. Una de las cosas que han llamado la atención en esta crisis es que gran parte del público joven y progresista no sólo ha sufrido el quiebre de la ilusión de la igualdad, sino que se ha quedado mirándose al espejo intentando buscar en qué es diferente… y no siempre pudo encontrarlo.

Esto nos conduce a la segunda imagen de la conversación.

2.  Enfatizar las ideas esenciales del judaísmo

Como ideas centrales, en este momento marcaría tres:

a. El judaísmo como compromiso con la libertad radical del hombre

El monoteísmo judío viene a liberar al hombre de las ataduras de los dioses míticos, de las fuerzas del determinismo, para otorgarle absoluta libertad. De aquí se desprenden algunas premisas:

  • El hombre no está atado a un destino, sino que lo forja.
  • La igualdad del hombre, todo hombre, en tanto criatura creada a Imagen y Semejanza de Dios.
  • El hombre es libre. Incluso tiene la libertad de renegar de Dios8.

b. El judaísmo como perspectiva futuro

Dirigir la mirada al futuro. Lo que nos caracteriza como pueblo, no es sólo el haber vivido un pasado común sino, y por sobre todo, tener una memoria del futuro. Un registro claro de hacia dónde debe encaminarse la humanidad, una utopía que ha sido planteada en términos de Redención. El tiempo judío, la gran obra arquitectónica del judaísmo, nos marca cada uno de los ritmos diarios, semanales, anuales, y más allá de eso nos apunta la dirección hacia la cual debemos encaminarnos. Un horizonte. Ajarit hayamim, el final de los tiempos, la utopía social de paz universal, de “convertirán sus espadas en arados”9, a la cual no puede llegarse si no es a través de una sociedad justa e igualitaria.

c. El judaísmo como ética

Siguiendo a Levinas, lo ético y lo divino casi podrían intercambiarse – Dios es el paradigma de lo ético. El mandato fundamental del hombre es No matarás.

El otro, igual a nosotros, nos enfrenta al “no matarás” como mandato perentorio. Pero para poder llegar a ello, es preciso recuperar el sentido de lo humano, el sentido de lo verdadero, frente a lo falso. El sentido del bien frente al mal. La relativización moral de la que somos testigos nos llama a dejar las medias tintas.

Hasta aquí, tres ideas que destacaría del judaísmo.

3. La tercera imagen: proponer la escuela como escuela comunitaria

La invitación es a crear escuelas comunitarias. Amplias. Plurales. Multifacéticas. No partidarias. No sectoriales. No de acuerdo a la comunidad de origen. No de acuerdo a la corriente en el judaísmo. Escuelas comunitarias que sean un microcosmos de nuestro pueblo, en toda su amplitud. Donde los alumnos y las familias puedan compartir en una conversación permanente de respeto.

Todos los lemas que hemos escuchado en estos meses no tienen sentido si no somos capaces de educar juntos a nuestros hijos, de sentarnos a la misma mesa. De mirarnos a los rostros y abrir nuestros espíritus.

Es hora de dejar el discurso binario de ‘ellos’ y ‘nosotros’. 

Dejar de hablar de lo judío como lo religioso, lo nacional o lo cultural, como si fueran elementos enfrentados. Discurso heredado del siglo 19 que lo que trae a consecuencia es la fragmentación. Comenzar a hablar en términos de pueblidad: esa gran familia que es Clal Israel10, que reconoce la pluralidad de posturas y las ve como ganancia, y no como pérdida. Permitirnos, como diría Derrida, el hablar «más de una lengua» y comprender que el judaísmo no es estático, ni lo somos nosotros. Somos ya testigos de una identidad judía fluida. ¿Por qué seguir ostentando posiciones más binarias? Pensemos al judaísmo como un eje continuo en el que el individuo se ubica, pero cambia, camina, adopta posturas y sobre todo aporta.  

Las divisiones existentes en nuestros días no dan una mejor educación ni crean mejores judíos.

4. De ahí la cuarta imagen: pensarnos como judíos activos

Sólo se puede ser judío en el encuentro verdadero, cara a cara, con el otro y en el diálogo con él. El tema del diálogo ha ocupado un lugar importante en la cultura judía. Normalmente, se acostumbra hablar de la majloket, del disenso. Pero para que haya disenso, previamente tiene que haber diálogo, escucha. Es muy común citar la famosa frase de Elu veelu divrei Elokim jaim, estas y estas son las palabras de Dios viviente para hablar de pluralidad y de disenso; sin embargo, perdemos de vista que para que ambas puedan ser consideradas palabras de Dios viviente, una y otra son recibidas como lo que son: un encuentro humano en diálogo permanente entre sí mismos y ambos. El debate promueve la búsqueda de la verdad y no la imposición de una postura. “La finalidad y fin que se persigue en la disputa es la consecución de la verdad, por eso perdurará, como se dice de la discusión se aclarará la verdad” (Bartenura sobre Pirké Avot 5, 17)11.

Para dialogar soy parte, me involucro, no puedo ser pasiva.

Ser creadores activos y no consumidores pasivos de judaísmo implica una tarea ardua de adquirir conocimientos, de aprender los lenguajes judíos, de ponerse las gafas que nos ayuden a ver la realidad desde nuestro prisma. Implica un pensamiento autónomo por el que el individuo puede pasar por el tamiz las ideas importadas de otras latitudes. Ser creadores y no consumidores implica asumir el compromiso de liderar y no el de obedecer políticas, instituciones o directrices, sino crear las propias.

5. En la quinta imagen: Israel

Animarnos sin miedo a mirar la realidad de Israel, en su complejidad, con sus aciertos y errores. En sus momentos de unión y en sus momentos de fractura. Replantear con sinceridad el compromiso con el Estado de Israel por lo que significa y es, como estado nacional judío. Pensar a Israel, desde la perspectiva de lo que es propio, nuestro. Entender que el judaísmo del siglo 21 no puede prescindir de Israel, así como Israel no puede prescindir del judaísmo del siglo 21

Reinstalar en la conversación palabras que fueron desdibujadas. Sionismo no es lo mismo que Horaat Israel – la enseñanza acerca de Israel. ¿Por qué tendría que estudiar acerca de Israel un niño judío en la Patagonia o en Belem, sino fuera por el simple hecho de que como judío ese es su país, más allá del país de residencia? Vislumbrar a Israel no como refugio, sino como posibilidad de futuro, no porque es una potencia tecnológica sino porque, a pesar de todas las dificultades, es el único lugar donde forjamos nuestro destino como pueblo. Sí, a pesar de la crisis.

Estos puntos nos permitirían, tal vez, pensar a la educación judía desde otro lugar. 

  • Volver a comprender a la educación como el ámbito de la formación ética del individuo.
  • Pensar a la escuela como comunidad humana.
  • Salir de la apatía y el relativismo. De la comodidad de sentirse parte de la corriente del mundo. Reconocer que hemos ahuecado los mandatos y que lo que era Nunca más se convirtió en lema, igual que Ni una menos… pero que no se trata de pancartas sino de imperativos morales.

“Hitler ha impuesto a los hombres un nuevo imperativo categórico para su actual estado de esclavitud: el de orientar su pensamiento y acción de modo que Auschwitz no se repita, que no vuelva a ocurrir nada semejante” decía Adorno12. Sin embargo, esto tampoco es automático.

La banalización del Mal. La justificación de toda conducta como posible, es el fracaso del imperativo moral básico y nos hace parte de esa tergiversación cuando, sumidos en nuestro dolor y nuestro miedo, no entendemos que la violencia y la fuerza que estamos ejerciendo han pasado a una etapa que ya no se justifica moralmente, al margen de estar demostrando su inutilidad práctica.

El desafío de pensar quiénes somos y qué queremos ser es colosal y lacerante, porque si queremos vivir en el mundo, ser parte de él y, al mismo tiempo, vivir nuestra particularidad, debemos ser fieles a nuestros patrones básicos de conducta moral, sino dejaremos de ser quienes somos.

La particularidad judía no pasa por lo folclórico, las comidas, las fiestas incluso no necesariamente por las normas ni el estudio de las así llamadas fuentes, cuando ellas están desprovistas de una finalidad moral, del ejercicio y la práctica de la virtud.

No es sencillo. Para que esto tenga sentido, debemos vivir en el mundo y no el gueto. Tendríamos que poder ser parte de este mundo sin renunciar a la mirada propia. Eso no puede hacerse cuando las escuelas judías son burbujas de clase media que envuelven a niños y adolescentes, separándolos de la vida real y protegiéndoles de toda confrontación. También es hora de que los propios educadores salgan de la burbuja.

Y algo acerca del optimismo.

El judaísmo es esencialmente optimista. No hay fuerzas que determinan al hombre. Siempre se puede optar. Como escribió Frankl, “al hombre se le puede arrebatar todo salvo una cosa: la última de las libertades humanas —la elección de la actitud personal ante un conjunto de circunstancias— para decidir su propio camino”.

En la base misma del pensamiento judío, en el corazón de nuestro día más sagrado, está no solo la utopía de un mundo corregido, sino la Teshuvá, la posibilidad de asumir responsabilidad y enmendar el camino.

Comenzamos el mes de Nisán, el mes de la Redención, pidiendo por la liberación de todos los secuestrados y recordando que la Redención no es, como algunos creen, un acto divino, sino una tarea del hombre. Tal vez la gran tarea del hombre. La redención es la relación entre el Mundo y el Hombre, decía Franz Rosenzweig. Ese es el desafío, ser humanos, no divinos.

Que este mes que celebraremos la Fiesta de la Liberación, sea un recordatorio de nuestra misión.


*Sobre la base de una conferencia realizada el 7 de abril de 2024, en el marco del “Auditorium” del Centro Melton de Educación Judía de la Universidad Hebrea de Jerusalén.

1. Directora de la Revista Milta. Profesional en el área de la educación judía. Cursó sus estudios en la Universidad Hebrea de Jerusalén, en Filosofía y Literatura Hebrea y su Maestría en el Instituto de Judaísmo Contemporáneo de la misma universidad. Terminó sus estudios de Procuración de Justicia ante Cortes Rabínicas en las Instituciones de Or Torá Stone en Jerusalém. Es profesora en el Centro Melton de Educación Judía de la Universidad Hebrea de Jerusalén y del Centro Académico Hertzog. Fue coordinadora y directora de diversos proyectos educativos en el ámbito judío latinoamericano. En varias oportunidades realizó tareas educacionales en México, Brasil, Uruguay, Chile, Argentina y España, y fue docente en diferentes instituciones académicas de Israel: las Universidades de Tel Aviv, Jerusalén y Bar Ilán, el Instituto Yad Vashem, la Academia Lifshitz y el Instituto Académico Beit Berl. Fue consultora del Colegio Judío de Praga y actualmente es miembro del equipo de consultores educativos de United, para México Creadora y directora del proyecto “Mujer y Judaísmo» – www.mujeryjudaismo.com. Es autora de: Judaísmo en Femenino, Apuntes sobre la identidad judía postmoderna y El desafío de la Realización – Historia del Hanoar Hatzioni.
2. Ver el poema “Auschwitz” de León Felipe, autor español. Puede oírse en la voz de su autor https://www.youtube.com/watch?v=eU1tIq6qO4U
3. (N. del E.) Himno de Israel. Significa La esperanza.
4. (N. del E.) Esclarecimiento.
5. Frankl, Viktor (1905 – 1997). Neurólogo, psiquiatra y filósofo austriaco, fundador de la logoterapia y del análisis existencial. Sobrevivió desde 1942 hasta 1945 en varios campos de concentración nazis, incluidos Auschwitz y Dachau. A partir de esa experiencia, escribió El hombre en busca de sentido (1946).
6. Moisés Mendelssohn (1729-1786). Filósofo judío alemán, defensor de los derechos civiles de los judíos y de su integración en la sociedad gentil. Es considerado el padre de la Hascalá, Iluminismo Judío. Fue autor de una traducción con comentarios al alemán de la Torá, además de publicar, posteriormente, traducciones del Libro de los Salmos y de otras partes de la Biblia, que al momento de su publicación causaron una gran polémica, porque los rabinos la consideraron una herejía por traducir la lengua sagrada.
7. Finkielkraut, A. (1982). El judío imaginario (p. 106). Barcelona: Ed. Anagrama.
8. «Todo está en manos del cielo, menos el temor al cielo» (Berajot 33).
9. “Juzgará entre las naciones, y hará decisiones por muchos pueblos. Forjarán sus espadas en rejas de arado, y sus lanzas en podaderas. No alzará espada nación contra nación, ni se adiestrarán más para la guerra” Ieshaiahu 2:4 (Isaías 2,4).
10. El origen de la expresión “כלל ישראל” (clal Israel), que podría traducirse como la totalidad de Israel, se encuentra en la literatura rabínica. En el contexto de la expresión, se refiere a la idea de que todos los judíos comparten una responsabilidad mutua por el cumplimiento de los mandamientos de sus compañeros. Esta responsabilidad tiene implicaciones morales y también consecuencias prácticas en la ley judía.
11. Cualquier disputa que sea por causa del cielo perdurará. Pero que no sea por causa del cielo no perdurará. ¿Cuál es la disputa del cielo? La disputa entre Hilel y Shamai. ¿Y cuál es la disputa que no es por el Cielo? La de Koraj y su comunidad.
12. Adorno, T. W. (1984). Dialéctica negativa (p. 365). Madrid: Ed. Taurus.

4 comentarios en “7.10: ideas para una nueva conversación”

  1. Me parece muy bueno lo escribiste. Quiero gregarious jueves judaismo es la base para seguir adelante con sus principios. Sin el judaismo es más facil pervert nuestra fuerza por la vida ypor los demas.

  2. Estremecedor y muy real! Centrarnos en el ser! Dejar de pensar en ellos y nosotros. Somos un solo pueblo. Am Israel Jai! siempre escucharte o leerte es un gran aprendizaje! Jatimá tova!!!

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