Recalculando: La educación judía en la era de la desinformación y el antisemitismo creciente

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Damián Weber (Barcelona, España)

Sobre el autor: 

Damián es un educador con más de 17 años de trayectoria en instituciones educativas judías, cuyo viaje personal y profesional ha estado marcado por experiencias multiculturales. A los 24 años comenzó su camino en la educación formal en la escuela Martín Buber para luego continuar como coordinador en el Colegio León Pinelo en Lima, Perú, donde permaneció durante una década. Actualmente dirige el nivel primario y el departamento de estudios judaicos en el colegio Hatikva de Barcelona, siendo también profesor de historia judía e idioma hebreo. 

Como Waze, los educadores pueden sugerir rutas, pero la decisión final sobre cómo vivir su identidad judía recae en los jóvenes. El objetivo final es equipar a la próxima generación con las herramientas necesarias para mantener una vida judía significativa y resiliente en un mundo cada vez más complejo.

Muchas veces, al momento de pensar en mi quehacer cotidiano como educador judío y sus complejidades, no puedo evitar que en mi cabeza resuene una analogía constante que la compara con los populares navegadores GPS como, por ejemplo, nuestro querido invento israelí Waze. Esta comparación, que inicialmente podría parecer al menos curiosa, podría convertirse en una herramienta valiosa para comprender y explicar los desafíos y oportunidades que enfrentamos en la educación judía en la actualidad. Al igual que Waze guía a los conductores a través de rutas complejas y cambiantes, nosotros, como educadores judíos, nos encontramos navegando un terreno cada vez más intrincado y dinámico, plagado de incertidumbres. Imaginen por un momento que la educación judía es como un viaje en automóvil, con nuestros jóvenes como conductores y nosotros los educadores como ese navegador que los acompaña y guía en su proceso de toma de decisiones. Nuestro destino final es claro: queremos llegar a un futuro donde nuestros jóvenes puedan vivir sus vidas judías con orgullo, conocimiento y seguridad. Sin embargo, el camino hacia ese destino se ha vuelto cada vez más complejo.

En el mundo de la navegación GPS, cuando nos desviamos de la ruta planeada o encontramos un obstáculo inesperado, escuchamos la voz tranquila de Waze diciéndonos: «Recalculando». Esta simple palabra, que ha llegado a ser tan familiar para millones de conductores en todo el mundo, sintetiza perfectamente el desafío monumental que enfrentamos hoy en la educación judía. Los trágicos eventos del 7 de octubre de 2023 en Israel y el subsecuente aumento alarmante del antisemitismo a nivel mundial han actuado como un enorme bloqueo en nuestra ruta, obligándonos a “Recalcular” urgentemente nuestro camino. Al igual que Waze recalcula instantáneamente cuando encuentra un obstáculo imprevisto, nosotros, como educadores judíos, debemos ser igual de ágiles y adaptables.

Esta analogía va más allá de ser una simple metáfora. Al igual que Waze utiliza datos en tiempo real para identificar los peligros y obstáculos en la carretera, nosotros debemos estar constantemente atentos a las «señales de peligro» en nuestro entorno. Y así como Waze no solo nos advierte sobre los obstáculos, sino que también nos proporciona rutas alternativas; nosotros debemos ser capaces no solo de identificar los desafíos, sino también de desarrollar estrategias innovadoras que nos permitan brindar a nuestros jóvenes las herramientas necesarias para lidiar con ellos.

Con el fin de poder tomar la decisión más acertada, es imperativo comprender plenamente la magnitud del desafío al que nos enfrentamos. La escalada del antisemitismo en los últimos años, y particularmente desde los mencioandos sucesos del 7 de octubre de 2023, ha alcanzado niveles sin precedentes en la historia reciente, manifestándose de formas cada vez más diversas y preocupantes. Basta solamente mencionar los indignantes sucesos ocurridos mientras escribía este texto en la ciudad de Ámsterdam tras el encuentro disputado entre Ajax Amsterdam y Maccabi Tel Aviv, en donde los aficionados Israelíes fueron perseguidos, emboscados y golpeados en un acontecimiento que podría recordar tranquilamente los pogromos en la Edad Media o los fatídicos años 30 en la Alemania Nazi.

Si nos permitimos profundizar sobre esta alarmante tendencia, las estadísticas recientes grafican un panorama poco alentador. Según un informe de la Liga Anti-Difamación (ADL), en los tres meses posteriores al 7 de octubre de 2023, se documentaron 3291 incidentes antisemitas en los Estados Unidos, lo que representa un incremento estremecedor del 361% en comparación con el mismo período del año anterior (ADL, 2024). Estos sucesos abarcan desde acoso verbal y vandalismo hasta agresiones físicas contra individuos judíos. La situación en Europa es igualmente inquietante. Un estudio de la Agencia de los Derechos Fundamentales de la Unión Europea (FRA) reveló que el 89% de los judíos en Europa perciben que el antisemitismo ha recrudecido en sus países en el último lustro (FRA, 2023). En el Reino Unido, el Community Security Trust (CST) registró 4103 incidentes antisemitas en 2023, la cifra más elevada jamás documentada en un solo año y un aumento del 147% respecto al año precedente (CST, 2024).

Pero estas cifras, por preocupantes que sean, no logran capturar plenamente la realidad cotidiana que enfrentan las comunidades judías en todo el mundo. En los últimos meses, hemos sido testigos de una oleada de manifestaciones anti-israelíes que, con frecuencia, han degenerado en expresiones de odio antisemita apenas velado. Estos datos no son solo números fríos; representan experiencias reales de miedo e intimidación que están viviendo los judíos, especialmente nuestros jóvenes, en todo el mundo. En las escuelas y universidades, los estudiantes judíos se enfrentan cada vez más a la hostilidad y la discriminación. Un estudio reciente encontró que el 65% de los estudiantes judíos en los campus universitarios de EE.UU. se sienten inseguros como judíos, y el 50% oculta su identidad judía en el campus (Hillel International y ADL, 2024).

Es en este contexto de creciente hostilidad y desinformación que la educación judía debe asumir un papel aún más crucial. Al igual que Waze proporciona a los conductores las herramientas necesarias para navegar en un mundo en constante cambio, debemos equipar a nuestros estudiantes con las habilidades necesarias para navegar en un mundo lleno de prejuicios e información errónea sobre los judíos y el judaísmo.

La educación judía, que durante siglos ha sido el vehículo principal para la transmisión de valores, tradiciones y conocimientos de una generación a otra, se encuentra ahora en una encrucijada. En las últimas décadas, hemos sido testigos de cómo en muchas instituciones educativas ha sido relegada a un segundo plano frente a materias consideradas más «prácticas» o «modernas», como el inglés, la robótica o los últimos trends y modas educativas. Esta tendencia, aunque comprensible en un mundo cada vez más globalizado y tecnológico, ha dejado a muchos jóvenes judíos sin las herramientas necesarias para navegar en un entorno cada vez más hostil y confuso.

El rabino Jonathan Sacks, en su libro «Future Tense: Jews, Judaism, and Israel in the Twenty-first Century», advirtió sobre los peligros de descuidar la educación judía: «Sin conocimiento, no puede haber comprensión. Sin comprensión, no puede haber identidad. Y sin identidad, no puede haber continuidad judía» (Sacks, 2009, p. 45). Estas palabras, escritas hace más de una década, resuenan hoy con una urgencia renovada.

Entonces, ¿cómo podemos «recalcular» nuestra ruta para enfrentar estos desafíos sin precedentes? Al igual que Waze utiliza algoritmos sofisticados para encontrar la mejor ruta posible, debemos utilizar todas las herramientas a nuestra disposición para desarrollar un enfoque educativo judío resiliente.

En primer lugar, debemos priorizar la enseñanza de la historia judía y el Holocausto. Un estudio reciente de Claims Conference reveló que el 63% de los millennials y la Generación Z en EE.UU. desconocen que 6 millones de judíos fueron asesinados en el Holocausto, y el 48% no puede nombrar un solo campo de concentración o gueto (Claims Conference, 2023). Esta falta de conocimiento histórico no solo es preocupante por sí misma, sino que también deja a nuestros jóvenes vulnerables a la negación del Holocausto y otras formas de desinformación antisemita.

En segundo lugar, debemos enfocarnos en desarrollar habilidades de pensamiento crítico y alfabetización mediática. En un mundo donde las noticias falsas y la desinformación se propagan a la velocidad de un clic, es crucial enseñar a nuestros alumnos a cuestionar, analizar y verificar la información que reciben. Esto es particularmente importante cuando se trata de información sobre Israel y el conflicto árabe-israelí, temas que a menudo son objeto de tergiversación y propaganda en los medios de comunicación o las redes sociales y sobre el cual prácticamente cada persona en el mundo cree tener una opinión formada tal como pasa a menudo con la educación, el fútbol o la política.

Tercero, debemos fortalecer la conexión de nuestros jóvenes con Israel y el pueblo judío en general. Los programas de intercambio, los viajes educativos a Israel y las conexiones con comunidades judías de todo el mundo pueden ayudar a contrarrestar el aislamiento y la polarización que muchos jóvenes judíos sienten en sus comunidades locales. Es imperioso mostrarles a nuestros jóvenes la gran cantidad de oportunidades que esta red de comunidades judías alrededor del mundo tiene para brindarles en sociedades en las cuales el networking adquiere cada vez mayor relevancia.

Cuarto, debemos integrar la tecnología de manera significativa en la enseñanza de temas judíos. Al igual que Waze utiliza la tecnología más avanzada para mejorar la experiencia de navegación, debemos aprovechar las herramientas digitales para hacer que el aprendizaje judío sea más atractivo, interactivo y accesible para la generación digital. Existen hoy en día una gran cantidad de proyectos que pueden fusionar estas dos temáticas tal como el maravilloso proyecto TOM (Tikun Olam Makers), para citar solo un ejemplo.

Por último, pero no menos importante, debemos preparar a nuestros estudiantes para que sean defensores efectivos de sí mismos y de su comunidad. Esto implica no solo enseñarles sobre sus derechos y cómo responder al antisemitismo, sino también equiparlos con las habilidades de comunicación necesarias para articular y defender sus puntos de vista de manera efectiva y respetuosa, pero siempre orgullosos de su identidad.

Sin embargo, es crucial recordar que, al igual que Waze, nosotros como educadores judíos solo podemos sugerir el mejor camino; la decisión final de qué ruta tomar siempre recaerá en nuestros jóvenes. Este concepto es particularmente poderoso y merece una reflexión más profunda.

Cuando usamos Waze, la aplicación nos proporciona múltiples rutas posibles para llegar a nuestro destino. Nos muestra la ruta más rápida, la más corta, la que evita peajes, e incluso rutas alternativas en caso de tráfico intenso o incidentes en el camino. Sin embargo, al final, es el conductor quien decide qué ruta tomar basándose en sus preferencias personales, su conocimiento o incluso su intuición.

De la misma manera, nuestro papel como educadores judíos es proporcionar a nuestros estudiantes un «mapa» completo de la vida judía, con todas sus posibles rutas y destinos. Les mostramos el camino de la tradición, el de la innovación, el del estudio profundo, el del activismo comunitario y muchos más. Les advertimos sobre los «atascos» del antisemitismo y los «desvíos» de la asimilación. Les señalamos los «puntos de interés» de nuestra rica historia y cultura.

Pero, al final, cada joven judío debe decidir por sí mismo qué ruta tomar en su viaje personal en la construcción de su identidad judía. Algunos pueden optar por el camino más tradicional, otros pueden preferir una ruta más progresista. Algunos pueden elegir un camino de compromiso intenso con la vida judía, mientras que otros pueden optar por una conexión más moderada. Y al igual que un conductor puede decidir ignorar las sugerencias de Waze y tomar su propia ruta, nuestros jóvenes también pueden optar por forjar su propio camino en la vida judía.

Nuestra responsabilidad, entonces, no es solo mostrar el camino, sino equipar a nuestros jóvenes con las habilidades de «navegación» necesarias para tomar decisiones informadas y significativas sobre su identidad judía. Debemos enseñarles a «leer el mapa» de la tradición judía, a «interpretar las señales» del mundo que los rodea, y a «recalcular su ruta» cuando encuentren obstáculos o desafíos en su camino.

Además, al igual que Waze se actualiza constantemente con nueva información y mejores algoritmos, nosotros como educadores debemos estar siempre dispuestos a aprender, adaptarnos y mejorar nuestros métodos. Debemos estar atentos a las «actualizaciones» en el panorama social y cultural, y estar preparados para «recalcular» nuestras estrategias en consecuencia.

En última instancia, el éxito de nuestra «navegación» no se medirá por cuántos estudiantes sigan exactamente la ruta que les sugerimos, sino por cuántos lleguen seguros a su destino: una vida judía significativa y auténtica, sea cual sea la forma que esta tome para cada individuo.

Recalcular nuestro enfoque educativo no es solo una respuesta a los desafíos actuales, sino una inversión vital en pos de la continuidad y fortaleza de nuestras comunidades. Al fin y al cabo, el objetivo de nuestra «recalculación» no es simplemente navegar alrededor de los obstáculos actuales, sino preparar a nuestros jóvenes para que sean los navegantes de su propio futuro judío. Debemos equiparlos no solo con conocimientos y habilidades, sino también con la confianza y la resiliencia necesarias para mantener su rumbo incluso en las condiciones más desafiantes. Citando nuevamente al rabino Jonathan Sacks: «El judaísmo sobrevive no por fuerza sino por fe, no por poder sino por principios, no por might sino por right» (Sacks, 2009, p. 237). En este momento crucial de la historia judía, nuestra tarea es asegurar que la próxima generación tenga la fe, los principios y el conocimiento necesarios para continuar este viaje milenario, recalculando su ruta cuando sea necesario, pero siempre manteniéndose fiel a su destino final: una vida judía significativa, orgullosa y resiliente.

Damián Weber
Director de primaria y estudios judaicos
Colegio Hatikva, Barcelona

Referencias

ADL. (2024). Audit of antisemitic incidents: October-December 2023. Anti-Defamation League. https://www.adl.org/resources/report/audit-antisemitic-incidents-2023

Claims Conference. (2023). U.S. Millennial Holocaust Knowledge and Awareness Survey. Conference on Jewish Material Claims Against Germany. https://www.claimscon.org/study/

Community Security Trust. (2024). Antisemitic Incidents Report 2023. CST. https://cst.org.uk/news/blog/2024/02/15/antisemitic-incidents-report-2023

European Union Agency for Fundamental Rights. (2023). Experiences and perceptions of antisemitism – Second survey on discrimination and hate crime against Jews in the EU. FRA. https://fra.europa.eu/en/publication/2018/experiences-and-perceptions-antisemitism-second-survey-discrimination-and-hate

Hillel International & ADL. (2024). Campus antisemitism report 2023-2024. Hillel International. https://www.adl.org/resources/report/anti-israel-activism-us-campuses-2023-2024

Sacks, J. (2009). Future tense: Jews, Judaism, and Israel in the twenty-first century. Hodder & Stoughton. https://rabbisacks.org/books/future-tense/

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